Cómo cambiar un enchufe

Cambiar un enchufe puede ser la solución a nuestros problemas cuando en ocasiones encontramos que conectamos un aparato eléctrico a la corriente y no funciona. Lo primero que pensamos es que el aparato está estropeado, pero es posible que sea el enchufe y no el dispositivo lo que necesite una reparación. Esto pasa sobre todo cuando son enchufes que se utilizan mucho conectando y desconectando aparatos, o cuando se conectan muchos transformadores y se sobrecarga el peso del mismo.

Cambiar un enchufe es realmente sencillo, pero se han de observar unas medidas mínimas de seguridad para poder trabajar con todas las garantías. La corriente debe de estar cortada al menos en el sector de la casa o del inmueble donde vamos a trabajar. Para ello utilizaremos el diferencial de casa, que normalmente es un cuadro de mandos que está a la entrada del piso. En caso de que no cortemos la corriente de toda la casa, y solo lo hagamos de un sector, debemos asegurarnos con un buscapolos o un polímetro que hemos aislado el sector correcto. Una vez hecho esto, estaremos completamente seguros de poder trabajar con toda la seguridad que requiere.

Ahora nos disponemos a lo que propiamente es cambiar un enchufe. Lo vamos a dividir en pasos independientes para que quede todo más claro y estructurado.

1. Lo primero de todo es identificar la sujeción de la tapa del enchufe, que es lo que normalmente consideramos el propio enchufe. Es la pieza de plástico que tiene los dos agujeros donde insertamos la clavija del aparato. Suele ir atornillada al propio enchufe, por lo que con un destornillador de estrella o plano no tendremos problemas para aflojarla.
2. Una vez que el tornillo esté aflojado, en caso de que no salga del todo, se estira suavemente de él y arrastrará consigo la tapa del enchufe hasta liberarla del todo. Si por el contrario, el tornillo saliese, habría que ayudarse del destornillador plano para extraer la tapa.
3. Si el enchufe no es simple, como en este caso, que son dos juntos, o incluso pueden ser de muchos más, repetir esta operación con cada uno de ellos. Una vez extraída la tapa lo que veremos ha de parecerse a esto:
4. Ahora, cuando tengamos todas las tapas de los enchufes retiradas, el marco exterior que se puede apreciar en la imagen de arriba debería desprenderse con facilidad. En el caso de que la habitación donde se esté haciendo la sustitución se haya pintado en repetidas ocasiones podemos encontrar que la pintura acumulada dificulta su extracción. En el caso de que así sea, es recomendable utilizar un cúter para cortar la pintura al ras del marco, porque si estiramos corremos el riesgo de llevarnos parte de la pintura de la pared y hacer un “desconchón”. El resultado tras extraer el marco es este:
5. Ahora hay que sacar el propio enchufe de la caja que lo aloja en la pared. Para ello, aflojaremos los tornillos que mantienen sujetos cada enchufe a sus respectivas cajas. Estos suelen ser de estrella. Ahora, tras esta operación sencilla, ya podremos extraer cómodamente el enchufe de la pared para liberar los cables.
6. Como podéis observar, este enchufe tiene 3 cables. Dos que llevan la corriente alterna del enchufe, que son uno de color azul que irá a la izquierda (neutro) y otro negro, marrón o gris (fase), que ira al lado del otro. Un tercero, de color amarillo y verde es la toma de tierra. Este último cable siempre debería tener este color, aunque en las instalaciones antiguas es posible que no se haya respetado el código de color, pero se puede localizar por el símbolo de tierra.
7. Ahora, dependiendo del modelo de enchufe, nos podemos encontrar con varios sistemas de sujeción del cableado. En el del ejemplo en concreto, encontramos un sistema muy sencillo que es a base de pestañas que se presionan y el cable queda liberado para ser extraído libremente. También es posible que el cable esté sujeto por un pequeño tornillo. En ese caso, aflojarlo hasta que el cable quede totalmente suelto.
8. Por último, ya solo queda cambiar un enchufe que hemos retirado por uno nuevo, y para ello, solo hay que seguir estos mismos pasos, pero de forma inversa.

Como consejos a la hora de cambiar un enchufe nuevo, asegurarnos de que los cables que insertamos en él, están bien asegurados y que hacen buen contacto. Por otro lado, asegurarnos de poner el marco del enchufe antes de colocar la tapa, porque esta lleva unas pestañas que son las que aseguran el marco a la pared. Si no, tendremos que desatornillar de nuevo la tapa para colocar el marco en su posición.

Como veis, cambiar un enchufe es muy rápido y sencillo, pero es muy adecuado contar con los destornilladores adecuados y sobre todo, tomar las medidas de precaución necesarias anteriormente explicadas para trabajar con total seguridad.

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